
El 1 de marzo aprovechando que ARCO me invitaba como #ARCOBlogger visité la feria. Un año más la gran variedad de materiales que los artistas usan es la protagonista de esta visita. Si los enumerara todos no acabaría nunca, por eso comparto con vosotros unas imágenes para que me indiquéis qué os sugieren.
Orden: De izquierda a derecha
La primera de ellas es una obra de Juan Genovés. Las primeras obras del pintor valenciano estaban basadas en empastes de color pero con el tiempo ha experimentado añadiendo objetos a modo de collage, como podemos ver esta imagen en la que hay papel, piedras, plásticos varios…utilizando el soporte textil como es su caso podemos apostar por ver cuánto tiempo permanecerá la película pictórica sin presentar grietas o pérdidas de los materiales adheridos.
La segunda es de Lavier, gel de acrílico sobre un espejo de plexiglas. El artista suele trabajar con estos espejos sobre los que da manos de pintura de diferente acabado (transparente, semitransparente u opaco) pero todas de ellas con materiales acrílicos. Cuando vi esta pieza pensé en cómo le afectaría a la imagen el deterioro del cristal caracterizado por las pequeñas manchas en forma de círculos negros/marrones.
La tercera de Jason Martin es una oda a la textura. En la feria vimos dos tipos de obras: las más planas basadas en una gruesa capa de pintura distribuida de forma homogénea sobre la superficie, obteniendo un acabado de vinilo negro (como el de los discos de vinilo) o las más gruesas esculto-pictóricas. En ambos casos el pintor indica que el soporte es aluminio y que la técnica es “pigmento puro” pero es evidente la presencia de un aglutinante. En el caso de las “vinílicas”, el brillo recuerda al del óleo y en el caso de las que tienen mayor textura parece que al pigmento le haya añadido algún mortero pues tiene una apariencia pulverulenta. Estas últimas piezas son las que más me preocupan como restauradora por el volumen de la pintura y su aspecto poco cohesionado, estoy convencida que con el tiempo esta pulverulencia será más evidente y como correo de obras de arte creo que su transporte debe ser complicadísimo.
Y la última que comparto con vosotros me hace pensar la cantidad de bastidores que acumulamos cuando restauramos ya que son fijos, carcomidos… y hay que sustituirlos por otros móviles, en buen estado…etc y qué bien aprovechados están en este cuadro. Ya sabéis, haced de los bastidores que tengáis en vuestro taller una obra de arte en vez de leña 😉